sábado, 9 de enero de 2010

Práctica Nº 3: Jugar a mirar

Tu falda da vueltas al viento y susurros nuevamente zigzaguean mi oído,
un beso y una risa que quisieron ocultar la prisa por acelerar tus ganas,
me impides el paso y me alejas con distancia serena por dirigir más allá,
pero disfruto tu espacio, tu ira desafiante que destila nuestra paciencia.
Vibra nuestra respiración al borde del mundo que se cae a pedazos,
que se vierte cayendo en colores y bríos del rojo cobrizo de nuestra temperatura.
Aún no despierto, aún no aguardo, aún te sueño y solo deseo danzar,
sin embargo  guardando el aroma de tu piel que sueles sellar con tus abrazos por años,
el aroma recurrente y atemporal que suele concederme una tarde taurina
al ruedo de golpes y arremetidas que descuidan y pierden el tiempo imaginario,
te detienes, giras y piensas en tu siguiente jugada, levanto la capa,
te acercas y apuntas lo suficiente para no matar.
Al final no importa quien quede con parte del otro, gané tu traviesa aventura,
tuve tu vida y probé con sigilo el filo de tu ornamenta y sí, sería imposible
si no lo quisiéramos.

1 comentario:

Conocida - desconocida